La gamba blanca es un plato tradicional de Huelva. Este producto es considerado como la reina del mar, gracias a su extraordinario sabor. ¿Quieres disfrutar de este manjar en casa, pero no sabes cómo prepararlo? Continúa leyendo y podrás cocinar un gran plato con el que sorprender a familiares y amigos. ¡Vamos allá!
No existe una forma única de comerlas. La manera más tradicional es la cocida, pero al ser un producto tan versátil se pueden disfrutar de muchas y diferentes maneras.
Para hacer unas ricas gambas cocidas se deben seguir los siguientes pasos para que te salga un plato ¡Para chuparse los dedos!. Esto no solo es válido para las gambas blancas, sino para todo tipo de gambas.
Para cocerlas, lo primero es preparar los ingredientes, necesitaremos:
Instrucciones:
El primer paso es preparar una olla con agua y sal, la cantidad perfecta de agua será aquella que cubra por completo el producto. Debemos tener preparado un bol de agua con hielo.
Una vez se complete el primer paso, continuamos. Empezará cuando el agua de la olla rompa a hervir, cuando ocurra introducimos las gamas. En ese momento, se parará hasta que vuelva a hervir, en cuanto eso ocurra no necesitaremos más de un minuto y medio, cuando procederemos al paso número tres.
En este tercer paso, se tienen que sacar las gambas e introducirlas en el bol con hielo que preparamos al principio, aquí permanecerán el tiempo suficiente como para cortar la cocción, es decir, entre dos y tres minutos.
Transcurrido ese tiempo, comenzaremos con el cuarto paso, este consiste en retirar las gambas del hielo y colocarlas en un plato. Es recomendable poner un papel de cocina para que estas se sequen.
Lo mejor es consumirlas en el momento, pero si no es así, solo hay que cubrirlas con un trapo húmedo hasta que se consuman.
Para terminar, el paso más importante, ¡A comer!
A la hora de pelar las gambas, podremos saber si las hemos cocido bien o no. La forma más común de hacerlo es con las manos, pero también se puede hacer con cuchillo y tenedor. Si lo hacemos con las manos, empezando por retirar la cabeza, la gran mayoría de la población se come lo que hay dentro de estas, lo que se llama “chupar la cabeza”. Se introduce la cabeza por el lado que estaba pegado al cuerpo y se succiona, te puedes ayudar clavando los dientes, sin llegar a morder para sacarle el máximo provecho.
Una vez terminemos con la cabeza, la dejamos a un lado y procedemos a quitar las patas y la cola, y dejarlas junto a la cabeza. Tras esto, quitaremos la cáscara que recubre al molusco, si esta se retira fácilmente y no se queda pegado a la carne, significa que están bien cocidas, te comes lo que ha quedado y vuelta a empezar.
No siempre la gamba tiene por qué ir sola, puede ir acompañada por otros alimentos para potenciar su sabor, como por ejemplo ensaladilla o gulas. Las gambas son muy agradecidas con el arroz o la fideuá, sobre todo si añadimos la cabeza de las gambas en el agua de cocción para potenciar su sabor y no desperdiciar nada del producto.
Ingredientes:
Instrucciones:
Si queremos hacer un buen arroz con gambas de Huelva se deben pelar las gambas antes que nada y cocerlas junto a las cáscaras, tal y como hemos explicado anteriormente. Una vez que terminemos conservamos el agua de la olla ¡No lo tires!
Comenzamos a cocinar el ajo, la cebolla, los pimientos y el tomate, previamente troceados al gusto y esperamos a que se doren. Cuando se hagan vertemos el agua donde se cocieron las gamas y añadimos el arroz. Cuando el arroz está casi cocido por completo, se añaden las gambas. Este plato te convertirá en el rey o reina de la comida, ¡Todos querrán conocer la receta!
Algunas otras elaboraciones que se pueden realizar con las gambas, no tienen por qué verse, sino disfrutar solo del sabor.
Esto ocurre con las croquetas o los buñuelos. Las gambas blancas residen en su relleno, por lo que al comer una podrás disfrutar del concentrado sabor de este magnífico alimento.
¡Empezamos con esta maravillosa receta!
Ingredientes
Comenzamos pelando las gambas y picándolas, seguimos picando la cebolla en trocitos pequeños, la depositamos en una sartén, y le añadimos aceite de oliva, nada más hacerlo añadimos las gambas picadas.
Una vez hecho, agregaremos a la sartén harina y leche, no hay que excederse con la cantidad de esta última. Comenzamos a remover todo hasta que nos salga una masa, estará en su punto cuando se despegue sin dificultad de la sartén. Retiramos y dejamos que se enfríe.
Mientras dejamos que se enfríe, batimos un huevo y preparamos un plato con un montoncito de pan rallado. Con la masa ya enfriada, comenzamos a coger pellizcos del tamaño que queramos que sean las croquetas y les damos la forma. Pasamos la masa por el huevo batido, que se empape bien, y después por el pan rallado de manera que quede totalmente cubierta, se retira y repetimos hasta terminar con toda la masa.
Con la freidora o una sartén con mucho aceite bien caliente, procedemos a colocar las croquetas, si son muchas, no las pongas todas a la vez, hazlas por tandas, si no no se harán bien. Cuando tengan un color dorado o tostado (según el gusto), las retiramos del aceite y las colocamos en un plato, es recomendable poner un papel absorbente debajo para recoger el exceso de aceite, y ¡A comer!
Todo esto y mucho más se puede hacer con este manjar del mar. Siempre hay que respetar el producto y aprovechar todo lo posible todas las partes. Ya puedes invitar a tus amigos a casa y probar con ellos estas deliciosas recetas.
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